domingo, 20 de septiembre de 2009

ABOLICIÓN DEL TRABAJO YA! x RE-EVOLUCIÓN!


Se puede argumentar que realmente la inmensa mayoría de lo que hoy trabajamos (entorno al 90%) es para para lucrar a castas parasitarias, reproducir el Sistema (propaganda, espectáculos sistémicos, etc.), y para producir mercancías superfluas, cuando no indeseables. Se puede argumentar que gran cantidad de tareas que hoy hacemos son innecesarias (marqueting, buro-jerarquías, managers, intermediari@s, etc.) y que por otra parte hay nada más y nada menos que 800 millones de personas en paro en este mundo, y nos podemos poner a gritar como lo hacen los sindicatos "TRABAJAR MENOS, TRABAJAR TOD@S". O señalar que el precio de costo de los productos industriales es el 10% de lo que pagamos, y con esto volver a la misma: "TRABAJAR MENOS, TRABAJAR TOD@S".

Pero yo quiero TRABAJAR NADA, TRABAJAR NADIE. Es decir, nada me gusta a mi la utopía estatal capitalista o la “comunista”, me rebajen las "horas de castigo", en una sociedad que me infantilizada y tiraniza bajo los caprichos de Papá Estado p Papá Empresa. Pero tampoco es mi ideal la utopía sindical anarquista, aunque “sólo” tenga que trabajar 4 ó 5 horas al día, 4 ó 5 días a la semana, si bien supeditado al "mastodontismo" de la federación económica y su hastiante asamblearismo federal de masas, en una sociedad industrial donde todo siga hecho a la medida de las máquinas.

Y no digo esto solamente porque me parezca anti-libertario el verse obligado (por látigo, por hambre o por coacción moral, me es igual) a ser lo que en el siglo XIX Karl Marx llamaba poéticamente un "apéndice de la máquina". No, no me da la gana de ser máquina ni 60, ni 40 ni 20 horas a la semana ¡Ni un minuto al año!. Simplemente me niego.

Y no sólo me niego a convertirme en máquina mediante el trabajo industrial por el tiempo que dure la jornada de trabajo "anarquista", “comunista” o "capitalista" o cualquier otro “-ista”. Me niego a mucho más.



Parece ser que hay much@s revolucionari@s que aún piensan -como los que no son revolucionari@s- que la tecnología es neutra, o que saben que es ideológica, cultural, en buena parte definitoria de la sociedad, pero después parece como que les da igual. Una sociedad hecha para que tu productividad sea maquinal, la sociedad una enorme maquina burocrática donde el individuo queda aplastado, donde se acepte ser máquina unas horas al día, en el trabajo, en la política y en el consumo, es decir, UNA SOCIEDAD INDUSTRIAL, es una sociedad donde los human@s son esclav@s de sus inventos -las máquinas. El tener una bandera negra, roja o nacional no cambia gran cosa cuando esta está colgada de una chimenea en un polígono industrial de la periferia de una ciudad a la que el/la obrer@ llegará... ¿en coche? ¿Entre smog? ¿cuándo marque las tal en punto el Gran Reloj? ¿Con prisa siempre? ¿Sin convivir? ¿Produciendo sin más?

Yo estoy en contra del gigantismo y del centralismo (de la Sociedad de Masas, de las megaorganizaciones, etc.) y lo estoy también de la ultracomplejidad social. Y estoy en contra porque creo que esto aliena al individuo provocándole impotencia (¡Es la misma idea que la del gigantismo de las catedrales! ¡El tenernos sometidos, denostando nuestra autoestima!), y porque hace que la persona vea todo como imposible de cambiar, como algo completamente superior a ella. Y porque crea infelicidad. Y no sólo por estas razones, sino por muchas más, como por ejemplo que el gigantismo, simplemente, no es nuestro hábitat natural: nuestro físico no ha evolucionado adaptándose a él, y nuestra cultura no es capaz de asimilarlo. Mírese si no el aumento desmedido de infelicidad y enfermedades psíquicas, suicidios, o la perpetua situación de guerra en el mundo desde que la civilización es civilización.

Estoy en contra del TRABAJO porque es sacrificio, pero no sólo por eso, sino que es un sacrificio que la sociedad te impone en su nombre, para reproducir un sistema tecno-organizativo que es el que crea y necesita el TRABAJO. El TRABAJO es pues una expresión ideológica de un sistema tecnológico que nada quiero perpetuar, pues nos lleva al precipicio como individuos y como especie, y arrolla por el camino todo lo que se encuentra.



El trabajo es una de las varias formas de sacrifico ritual -¡de autoinmolación!- de esta sociedad. Abolir el trabajo, "convirtiéndolo" en juego, arte, deporte o entretenimiento no es un utopía, el ser humana ha vivido el 99% de su historia sin él. ¡El resto de animales el 100%! Sabiendo esto, ¿quién es que todavía se cree que "hay que trabajar para vivir"? Mentira, hay que trabajar en la civilización porque si no acaban contigo. Es decir, nos obligan a arrodillarnos y vender tu vida a la producción... Pero, las paredes hablan desde los graffitis: "Manda el que puede, obedece el que quiere"

El trabajo no es sinónimo de creación. El trabajo no sólo es hacer algo, ES HACER ALGO DE UNA FORMA MUY DETERMINADA, ¿o acaso follar por mucho esfuerzo que le pongas y mucho te satisfaga una necesidad vital? No, no me vale la definición ideológica actual del Trabajo, del lenguaje cotidiano.

La abolición del trabajo es una postura ajena al izquierdismo o al derechismo, no pretende la gestión de los medios de producción por clase alguna. Es un ataque a la raíz. Se cuestiona la producción en sí misma. Tal vez la abolición del trabajo suponga una descentralización social de la sociedad, y lleve implícita una relativa destecnologización y desmasificación de las sociedades, pero ¿qué tiene esto de malo? Nada. De hecho esta es la única forma de librarse de vivir para el futuro, y de vivir para la sociedad, empezando a vivir el presente, y vivir para un@ mism@, viviendo realmente en una comunidad y no enfrentad@ por la comunidad.

La única forma de empezar a caminar hacia la felicidad -la recuperación del presente- y la reconciliación con el Ecosistema, es la de destrozar por completo los valores del trabajo y la tecnología que en ellos se sustenta. El Animal-Masa que somos actualmente, debe morir para renacer como Individuo Social Libre. Si seguimos fanatizados por la idea de la necesidad del trabajo y la sociedad organizada entorno a ella, nuestra vida seguirá siendo la del engranaje de la máquina que edulcora su vacío con la "soma" que le ofrece la sociedad espectacular. Seguiremos caminando hacia el encuentro del 1984 de Orwell con Un Mundo Feliz de A.Huxley. Un mundo cada vez más paranoico e esquizofrénico, que en su absurdo lleva cada día a la extinción de una especie animal o vegetal; que día a día nos hace pagar física y psíquicamente sus consecuencias, y que nos amenaza con aparecer un día el listado de las 44.000 especies que extingue al año.

Por una Anarquía verde, una vez destruida la Civilización. Contra la Sociedad de Masas. ¡ABOLICIÓN DEL TRABAJO!



RE-EVOLUCIÓN!

No hay comentarios: