jueves, 17 de septiembre de 2009

El trabajo es muerte x Ateneo Libertario Besos


Periódico Guerra Social, especial 1º de mayo de 2005

Trabajar es una de las mayores desgracias que asola nuestras vidas. Casi todos los males que padecemos derivan del trabajo y un mundo basado en él.
Estamos obligados a trabajar, puesto que el Sistema tiene el Poder para obligarnos a ello. Si no trabajamos lo más probable es que pasemos apuros económicos. Para vivr hay que tener dinero.
Casi todo tiene un precio y la forma legal de conseguirlo es mediante el trabajo o el trabajo ajeno. La inmensa mayoría de la población tiene que trabajar de manera asalariada, autónoma -en este último caso unx no se libra de los impuestos al Estado- o en cooperativas -inmersas en la lógica Capitalista-. Unxs pocxs viven del trabajo ajeno y acumulan riquezas gracias a la explotación humana, animal y planetaria.
Otra vía para conseguir dinero, o lo que es lo mismo: sobrevivir, es mediante el robo. Nosotrxs como anarquistas estamos en favor de la expropiación o robo de lo que necesitemos para nosotrxs y nuestras luchas. Eso sí, un robo encaminado a la destrucción del orden establecido y contundente contra todo el elenco de explotadorxs que rigen las vidas de las personas. Sin embargo esta vía no es fácil, puesto que el Sistema posee todo un elenco de mecanismos represivos en forma de Policias, ciudadanxs amantes de la esclavitud, “Seguratas”, Cárceles y demás...

El trabajo es PROSTITUCIÓN. Trabajar significa vender nuestro tiempo, nuestro cuerpo y nuestra capacidad de pensar. Este mundo mercantilizado empieza tratando a los seres humanos como mercancias y acaba en guerras por petróleo, violencia de género, xenofobia o cantidad de males que nos asolan.
Cuando alguien asume el trabajar como algo natural, lógico y bueno se destruye. Ser trabajador significa ser una mercancia. Trabajar destruye nuestra Libertad. Alguién que lleva toda la vida siendo un/a trabajador/a servil y feliz termina siendo poco menos que una persona imbécil, cercana a la lobotomización y sin ningún criterio propio. Pero hay cosas peores que un/a trabajador/a servil: lxs directivxs, ejecutivxs, accionistas y patronxs de todo este orden Capitalista. Esta gente vive en otro mundo, aunque no por ello mejor que el de lxs explotadxs. Su cuota de Poder -como la de todxs- se mide por sus propiedades, pero su mezquindad no tiene aún escala con qué medirse. Esta gente vive de la explotación y la miseria humana, asalarian personas para enriquecerse de su trabajo, venden servicios o productos siempre con la lógica de obtener los máximos beneficios económicos. Si el máximo beneficio significa contaminación medioambiental poco importará ésta. Si el máximo beneficio es el despido masivo de asalariadxs encadenadxs a hipotecas y préstamos, no les importará. Si su lógica condena a la humanidad entera, tal y como está haciendo ahora, a la máxima miseria y desesperación, no les importará en absoluto. Su idiotez sólo les hace reaccionar cuando la situación es insostenible. Siempre han sido personas de ORDEN. Si existen concesiones son para mantener la esencia del Sistema, para mantener eso que les une...

Si analizamos la realidad vemos que el trabajo va más allá de las horas trabajadas. El consumismo es otra de las cosas que derivan del mundo actual. Mucha gente no tiene otra necesidad que malgastar todo el dinero que le queda tras la prostitución que significa el trabajo. La publicidad, la propia imbecilidad y la falta de ilusiones por otras cosas hacen que millones de personas entren en el círculo funesto de TRABAJAR, CONSUMIR y DESCANSAR para que la rueda siga girando, engullendo toda creatividad humana... Otrxs muchxs odian el trabajo pero su miseria material o el encadenamiento a la mafia bancaria hace que deban de agachar la cabeza y comportarse ante lxs amxs del cotarro poco menos que como esclavxs...

Lxs anarquistas pensamos que la capacidad de creación humana está seriamente amenazada por el trabajo y su mundo, y aunque desde determinadas filas “izquierdosas” se aboguen por fórmulas reformistas para hacer más llevadera esta explotación, no hemos encontrado ninguna que ataque el pilar fundamental en que se basa el trabajo: el PODER. Para destruir este mundo de miserias debemos de atacar el poder, encarnado en la esclavitud del trabajo, del consumo, la obediencia a las leyes, el respeto a la propiedad privada, el patriarcado, el antropocentrismo...

Pensamos que el trabajo es miseria y que si nos vemos obligados a hacerlo debemos de ser lxs peores empleadxs. Nuestro camino es claro: la destrucción de todo lo que nos transforma en esclavxs. Y el trabajo es esclavitud.

El SABOTAJE dentro y fuera de los “curros”, el FRAUDE en forma de bajas fingidas, el ATAQUE directo a las propias empresas y culpables capitalistas, el ROBO de maquinaria y/o productos de la empresas que nos explotan, el NO CONSUMISMO y la EXPROPIACIÓN en centros de consumo son algunas de las múltiples tácticas inmediatas para mitigar los efectos de este brutal Sistema. Buscamos la generalización de esta revuelta que miles de personas están empezando a ejercer de forma consciente. Buscamos la destrucción del orden establecido y esa destrucción la hemos empezado ya.

El trabajo es muerte

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